
Diseño 360
Este vestido corte kimono, confeccionado en crepé de seda color crema, con hojas estampadas y aplicaciones de lentejuelas, es atribuido a Jeanne Lanvin.
Nacida en París en 1867, fue una pionera de la moda francesa y fundadora de la Maison Lanvin en 1889. Tras revolucionar París en 1908 con su línea de indumentaria infantil y el uso del emblemático “azul Lanvin”, amplió su oferta al guardarropa femenino, introduciendo conjuntos ‘madre-hija’.
Durante los años 20, época a la que pertenece este vestido, Lanvin también exploró la moda masculina y colaboró con el arquitecto Armand-Albert Rateau para crear un pabellón que ofrecía muebles y decoraciones. Estas innovaciones marcarían un precedente en la moda, dando la posibilidad de seguir un estilo de vida completo, el “estilo Lanvin”.

Un vestido muy similar a este, pero en otras tonalidades, lo podemos encontrar en el Kent State University Museum, en Ohio, EEUU.

Las lentejuelas que componen este vestido no son lentejuelas tal y como las conocemos actualmente, son lentejuelas metálicas. No fue hasta los años 30 cuando los avances tecnológicos hicieron posible la creación de lentejuelas de gelatina. Aunque eran mucho más ligeras que sus predecesoras, presentaban importantes inconvenientes: debido a la naturaleza del material, no reaccionaban bien al calor ni a la humedad, lo que provocaba que se deformaran o derritieran con facilidad. Por esta razón, los vestidos confeccionados con estas lentejuelas solo podían usarse en contadas ocasiones.
Como alternativa a la gelatina, surgen de mano de las empresas Algy Trimmings Co y Eastman Kodak las lentejuelas de acetato, que tenía como principal ventaja la ligereza, como ocurría con las de gel, pero eran más resistentes que estas últimas al calor y la humedad. La principal desventaja que presentaban estas lentejuelas de acetato era su fragilidad, lo que hacía que se rompieran con relativa facilidad.
Por último, encontramos las lentejuelas de vinilo plástico, mucho más resistentes que las de acetato en todos los aspectos, convirtiéndose en el material ideal para las lentejuelas, motivo por el cual se siguen fabricando en este material a día de hoy.








