
Los 70
La moda: no estar a la moda. Como refleja este caftán, se populariza el orientalismo y los maxi vestidos con estampados que hacían alusión a los últimos años del Flower Power. También, surgen el glam, punk, rasta, skinhead, el disco con Studio 54, el unisex, los pantalones vaqueros y el sportswear. Los ‘créateurs’ aprenden la lección y evolucionan simultáneamente. Ralph Lauren y Calvin Klein moldean el concepto de identidad de marca.

Este caftán de los 70s de Pierre Balmain cuenta con un hermano gemelo en la capital de la moda, y es que el Musée de la Mode de la Ville de Paris, ubicado en el Palacio Galliera, París, cuenta en su colección con un caftán exactamente igual a este.
La etiqueta de este caftán indica que su confección se llevó a cabo en Tailandia, utilizando como único material seda 100% tailandesa. La vinculación del modisto francés con el país del sudeste asiático no se limita a la elaboración de sus caftanes, ya que este fue el encargado de confeccionar numerosos atuendos para la reina Sirikit, madre del actual rey de Tailandia.

Pierre Balmain comenzó su carrera profesional como asistente en la casa de moda de Edward Molyneux y luego se unió al equipo de Christian Dior, donde perfeccionó sus habilidades en el diseño de prendas elegantes y estructuradas.
A partir de 1967, Balmain dio un giro importante a su carrera al lanzar su línea prêt-à-porter, anticipando las necesidades de una moda más accesible, pero igualmente sofisticada. Esta transición le permitió llegar a un público más amplio, sin sacrificar su reputación de lujo y calidad. A lo largo de la década de 1970, la casa de Balmain continuó siendo un referente de la moda parisina, manteniendo su elegancia y distinción en un mundo cada vez más influenciado por la cultura pop y la juventud. Aunque sus últimos años estuvieron marcados por problemas de salud, su legado perduró, dejando una marca indeleble en la historia de la moda.







