Este ‘Coupé de Ville’ dio el gran impulso a Renault. Este modelo fue el único coche que embarcó en el Titanic y protagonizó la famosa escena romántica entre Leonardo DiCaprio y Kate Winslet.
Fue adoptado en la Belle Époque por la burguesía francesa, ya que se trataba de un modelo inaccesible por su precio, que en aquel entonces, al cambio, correspondería a 4.500€, pero hoy alcanzaría los 120.000€.
Tenía 4 cilindros y una potencia de 25 caballos. Alcanzaba los 56 kilómetros/hora y una de sus peculiaridades era que el radiador estaba situado detrás del motor, lo que le daba un aspecto único en una época en la que los coches eran, generalmente, muy similares entre ellos.
Aunque la mayoría de vehículos tenían transmisión por cadena, todos los Renault tenían transmisión por eje, lo que protegía al coche de las carreteras inestables de la época.
