
El legado de Worth
Con una chaqueta auténtica de finales del siglo XIX, rendimos homenaje a Charles Frederick Worth (1825–1895), al recrear el atuendo que luce en su retrato más famoso.
Este modisto inglés, es considerado por muchos autores como el padre de la Alta Costura, debido a las innovaciones que popularizó y con las que conquistó París durante la segunda mitad del siglo XIX. Así, además de sus innovaciones en la confección, hoy se conoce por ser uno de los pioneros en la utilización de etiquetas de marca para identificar sus creaciones y otras tácticas comerciales, como el uso de modelos para presentar sus diseños, o dar importancia a su rol principal como creador. Esta narrativa se apoya en sus imágenes remanentes, en las que posa con actitud artística.

La popularidad de Worth crecería debido a las habilidades de networking de su esposa, gracias a quien tenía como clienta a Pauline de Metternich, que lo recomienda a la emperatriz Eugenia de Montijo, su futura mecenas.
Además, todo sucede durante el Segundo Imperio francés, cuando Napoleón III tenía como objetivo impulsar el sector textil. Combinado con la influencia que tenía la emperatriz sobre el estilo de la corte, Worth se encontró con el escenario perfecto para desarrollar sus ideas

Alrededor de 1870, la atención del diseño se centró en la parte posterior con el surgimiento del polisón. Esta estructura que había perdido el volumen en la parte frontal se acentuaba con el uso de sobrefaldas drapeadas, encajes y lazos que adornaban las colas de los vestidos.
El polisón, por su parte, pasaría por distintas fases en las que fue sustituído por almohadas y rellenos (1877-1882), se volvió plegable (1883-1889), hasta que final e inevitablemente desaparecería en pro de la libertad de movimiento como empoderamiento femenino.










