
Damasco de terciopelo
El damasco de terciopelo con motivos florales, como el que se aprecia en este abrigo tipo capullo, era un recurrente en la época, utilizado para confeccionar diferentes tipos de prendas.
La estructura tan fluida, que asemeja una capa, es otra aportación hecha por Paul Poiret, cerca de 1913. El abrigo capullo, que refleja las influencias orientales con las que Poiret se inspiraba, ganaría tanta popularidad que se extendería durante la siguiente década. Durante los años 20, se reversionaría en distintos tejidos y siempre acompañado de diferentes materiales que acentuaban la opulencia de la década.

Algunos expertos, como Donald Osborne del Audrain Museum, también relacionan el encanto de este tipo de prendas con el impacto visual que generaban al utilizarse mientras se viajaba en los coches de la época, pues el viento acentuaba su fluidez y los materiales con los que eran fabricadas.

El damasco es un tipo de tejido que se realiza en telares Jacquard y que tiene como principal característica el relieve de sus patrones, los cuales son tejidos directamente en la tela.
Aunque su uso en Europa data del siglo XIV, no es de extrañar que su uso se popularizara a finales del siglo XIX, pues con la segunda revolución industrial, los telares facilitaban su producción, economizando su coste.









