
Inspiración de Oriente
Esta pieza, aunque fue creada en la década siguiente, sigue siendo el reflejo de cómo la compañía Ballets Russes conquistó, gracias a Sergei Diaghilev, al exquisito público parisino con el nostálgico ballet Le Pavillon d’Armide. Posteriormente, con el estreno de Schéhérazade, París quedó prendada de los trajes orientales y las fascinantes decoraciones realizadas por los pintores rusos León Bakst y Alexandre Benois. Dichos eventos, se verían reflejados directamente en las suntuosas fiestas privadas organizadas por Paul Poiret, quien popularizaría el estilo fuera de los escenarios.
De acuerdo con la información de Kerry Taylor Auctions, en los Archivos de París se puede encontrar una fotografía de Gilbert Ren de este vestido, , fechada el 9 de agosto de 1921. Adicionalmente, un boceto de la prenda original se puede encontrar en la revista Vogue francesa del 15 de septiembre de 1921, página 11. Ambos documentos muestran que originalmente estaba adornada con piel de zorro negra, tanto en el cuello como con los bordes de las mangas y el bajo.

La tela utilizada para la elaboración de esta pieza fue diseñada por Raoul Dufy para Bianchini Ferier – ‘Chasse Persane’, 1921.
Además de la etiqueta de marca decorada con la rosa Iribe, tiene una segunda etiqueta escrita a mano en el reverso, No 44530, ‘Robe Patinerre, Baronesa de Lagrange’, posiblemente referenciando a su antigua propietaria.

Paul Poiret fue un revolucionario de la moda a principios del siglo XX, conocido por liberar a la mujer del corsé e introducir siluetas más fluidas. Sus diseños se inspiraban en el arte oriental y las formas exóticas, como los pantalones bombachos y los abrigos tipo kimono. Su creatividad rompió con las rígidas estructuras victorianas, apostando por la libertad de movimiento y los colores vibrantes.
Además de su talento como modisto, Poiret fue el primero en entender la moda como un espectáculo y una herramienta publicitaria. Creó su propia línea de perfumes, “Parfums de Rosine”, adelantándose a la diversificación de las marcas de lujo. Su legado sigue vivo como precursor del diseñador moderno, que combina creatividad y estrategia comercial








