Rolls-Royce diseñó uno similar para el rey Alberto de Bélgica. Cuando este vehículo llegó a Londres, procedente de un desguace de Texas, estaba lleno de arañas. Ese era el motivo por el que la carrocería de madera estaba podrida.
Este coche tiene peculiaridades tanto estéticas como mecánicas. A nivel estético, podemos ver una bocina con forma de serpiente muy característica. Se dice que el fin de esa forma tan peculiar era recordar a los viandantes que un coche podía ser peligroso.
A nivel técnico, el Jackson tiene un sistema de arranque a manivela, pero también un botón de arranque a los pies del conductor, algo muy llamativo para la fecha de este modelo, 1906. Además, tiene los pedales intercambiados, de izquierda a derecha encontramos el acelerador, el freno y el embrague.
Jackson fabricó este modelo con capacidad para transportar hasta siete personas con una caja de cambios de tres velocidades y marcha atrás.
