Debido al descenso de las ventas, Henry J. Kaiser contrató al diseñador Howard “Dutch” Darrin para producir un nuevo e innovador modelo que relanzara la marca y salvase a la empresa. Era un coche con un diseño demasiado moderno para la época del cromado.
Se trataba de un coche muy atractivo para los amantes del motor. Era muy ligero, pesaba solo 988 Kg, tenía un motor de 2.600 cc y 90 CV, e incluso en plena fabricación cambiaron a motores V8. Además, su apertura de puerta lateral lo hacía tremendamente llamativo. Pero eso no fue suficiente para competir con los Corvette C1 de 1953 y los Ford Thunderbird de 1955, lo que supuso un auténtico fracaso. Solo se vendieron 435 unidades.
A pesar de estas cifras, la impresionante estética de este coche es innegable. Eso han debido pensar los productores de la serie Fallout, que lo incluyeron en su primer capítulo, convirtiendo este modelo en el centro de todos los comentarios.
