Un modelo digno de reyes

En 1955, Imperial pasa a ser una marca propia dentro del grupo Chrysler. Se fabricaron 302 unidades con la carrocería limusina y 96 sedanes. Uno de ellos perteneció al Principado de Mónaco y, en 1956, se usó para recoger a la actriz estadounidense Grace Kelly, a su llegada al puerto desde Nueva York.

A pesar de que Chrysler Corporation fundó la división Imperial en 1955, esta denominación ya venía usándose en los años veinte para referirse a vehículos de alta gama. Esta división fue creada para enfrentarse a los Lincoln y Cadillac. Imperial fue renovando sus creaciones, más o menos, cada dos años, lo que le permitía otorgar exclusividad a cada modelo.

Con respecto a las carrocerías, los Imperial se ofrecían no solo en formato sedán, sino también en coupé, concretamente en la forma y manera de los “personal luxury car”, perfectamente definidos gracias a modelos de los cincuenta, como el Ford Thunderbird, que también se encuentra en el Museo del Automóvil y la Moda. Con respecto al interior, este modelo incluye asientos completamente abatibles, perfectos para acoger a más pasajeros o, en cambio, dejar un espacioso habitáculo.