Con la colección a la que pertenece esta pieza, Miyake presenta, por primera vez, una técnica que desarrollaba desde el 89.
En 1993, finalmente lanza “Pleats Please”, en la cual aplica su particular técnica de plisado sobre poliéster, desarrollada a partir de su inspiración en el «Delphos de Fortuny». Estas prendas, que se fabrican en escala a 3 veces su tamaño para luego ser plisadas al calor entre dos piezas de papel, nacen con la intención de ser fáciles de cuidar, transportar y vestir, brindando gran movimiento.
Este vestido, junto con el McQueen, con el que comparte sala, también formó parte de la exposición “Vogue: Like a Painting” en el Museo Franz Mayer de Arte y Diseño de la Ciudad de México, donde pudo verse del 12 de julio al 15 de septiembre de 2019.
Integrante de la primera generación de japoneses que llegaron a París, Issey Miyake comenzó su carrera profesional en Givenchy para después, en 1970, regresar a Tokio y fundar su propia marca. Principalmente se centró en profundizar en el estudio del cuerpo, los tejidos y la correlación inherente que se crea al vestir una prenda, con proyectos como APOC (A Piece of Cloth), un sistema de creación de prendas con una sola pieza de tela.
